La Computación en la Nube y Big Data han sido identificados como una “mina de oro.” Los datos se procesan masivamente en las infraestructuras que se encuentran en la Nube y éstos se convierten en información cuando se presentan en un contexto útil y significativo. Según el historiador de la información, James Gleick “la información es lo que hace que nuestro mundo funcione. Es la sangre y el combustible, el principio vital. Penetra en la ciencia de arriba abajo, transformando cada rama del conocimiento.” Vale decir, el conocimiento, y la transferencia de ese conocimiento es, por excelencia, la clave esencial de la evolución humana.

Sin embargo, al utilizar servicios de Computación en la Nube, se genera la duda de dónde irán a parar nuestros datos, y quién, y de qué manera utilizará esa información. El reciente escándalo de Facebook y Cambridge Analytica han ayudado a exacerbar esta inquietud entre los usuarios de Internet. Para paliar tal incertidumbre y crear una mayor seguridad jurídica, necesitamos un nuevo modelo. Un modelo que vaya más allá de las simples mejoras de los términos y condiciones de las licencias de uso propuestas por muchos de los senadores de los Estados Unidos en la audiencia con Mark Zuckerberg.

Por ello, este Capítulo presenta un nuevo modelo contractual que se enfoca en la arquitectura del software y basado en las teorías clásicas del Derecho y Economía. La interpretación teórica de los derechos de propiedad de datos es que muchas veces son vistos como externalidades negativas, y por lo tanto, necesitan ser negociados y aclarados, manteniendo los costos de transacción al mínimo. La tesis de este trabajo gira en torno a los servicios de los llamados “intermediarios de la innovación” o brokers, quienes utilizando este nuevo modelo, y el software como una herramienta técnico-legal, podrán acercar a las partes y así reducir la brecha de información asimétrica de una manera mucho más eficiente. De esta forma, los brokers podrían liberar a los usuarios de la tediosa tarea de seleccionar al proveedor correcto de la Nube y ayudarlos a negociar los términos contractuales de manera más efectiva y exitosa en igualdad de condiciones.

En síntesis, este nuevo modelo contractual genera automáticamente una nueva plantilla en formato XML, que ha sido incorporada a un software. Este conjunto de herramientas trata específicamente el tema de la propiedad de los datos y se podría implementar como un complemento de otras ofertas de SLA. De este modo, se podría transformar el problema de la propiedad de los datos en beneficios externos, lo cual se puede lograr permitiendo que los usuarios elijan diferentes opciones y seleccionen proveedores de la Nube según sus propios criterios.